Expertos en medio ambiente ligados a Equo han visitado recientemente el Duranguesado para explicar cuál es la calidad del aire que se respira en nuestros pueblos y cómo se controla y mide la susodicha calidad.
Dichos controles, según estos expertos, dejan mucho que desear. Porque cuando el aire sobrepasa los límites de lo tolerable y perjudica nuestra salud, los controles dejan de funcionar. Y porque esos controles están situados en los parques, justamente donde la calidad del aire supera la media del resto de los pueblos.
Los técnicos de Equo no han dicho nada sobre el impacto que ejerce sobre el aire que respiramos toda la basura que producimos los vecinos, y las deficiencias en los servicios de recogida y limpieza de cada municipio.
Poco costaría seguir el trabajo de los empleados de la limpieza, y comprobar si los contenedores instalados por las calles quedan limpios tras el paso de los empleados, poco costaría seguir la recogida de basuras en los contenedores para constatar que los camiones al volcar las basuras en los camiones dejan bastantes basuras sin recoger, algunas dentro de los contenedores y otras alrededor.
O simplemente comprobar los olores que se pueden percibir cuando uno pasa junto a los contenedores en cuestión. O contabilizar en un paseo por los parques y calles las defecaciones de la población canina que tanto los propietarios de los perros como los servicios municipales de recogida de basuras se olvidan de recoger. Y que nadie, ni siquiera las autoridades, hacen respetar los letreros que prohíben pasear a los perros por los parques.
Pero no pasa nada. La publicidad oficial alardea de que vivimos en una “Bizkaia Garbia”. Y que la deficiencia de los servicios de limpieza y de la sanidad del aire produce en Bizkaia un porcentaje equis de mortalidad, de cáncer, de enfermedades provocadas por el amianto…