Como todos los días me
levanté de un sobresalto al oír
el maldito despertador, era un día de
estos fríos con mucha nieve en la calle.
Me costó mucho deshacerme del
edredón. Encendí la luz porque
a las 6 de la mañana, en invierno,
está muy oscuro, y con la bata bien
atada me dirigí a la cocina.
Preparé el café y las
tostadas, y desayuné mientras
escuchaba a Pepa Bueno ofrecer las
últimas estadísticas sobre
pobreza energética en la radio.
Falló el calentador en plena ducha y un
chorro de agua fría congeló mi
piel. Se me heló el corazón.
Me alegré cuando el agua
recuperó la temperatura y mi cuerpo
reaccionó, pero mi corazón
seguía inerte. Nevaba en la calle.
Se me heló el corazón al
recordar que hay mucha gente que no tiene
medios para calentar el agua de la ducha, la
comida o su propia casa. Que no pueden
encender la luz o poner la radio. Algunos, cada
vez más, no tienen ni siquiera casa.
Todas estas reflexiones me vienen a la
cabeza en la semana que presento
públicamente mi candidatura a la
Alcaldía de Durango. ¿Por
qué me presento? ¿Para
qué? ¿Puedo aportar algo?
¿Merece la pena el esfuerzo y la
dedicación?
He aprovechado que voy a tener este acto
para repasar algunos de los proyectos que
desde el Grupo Socialista hemos sacado
adelante en los últimos tiempos: los
planes de empleo, las mejoras en los centros
escolares, el bono escolar, la reforma de las
piscinas de Tabira, el programa de lucha contra
los desahucios, el de educación vial con
las asociaciones Stop Accidentes y la Sociedad
Ciclista Duranguesa, y aportaciones
económicas al plan de la JAED contra
la pobreza energética, entre otros.
Es duro, pero a la vez gratificante,
trabajar en mi pueblo. Siento orgullo de
defender los valores que inspiran la
ideología socialista: la igualdad, la
solidaridad y la libertad. Es muy enriquecedor
trabajar con personas y asociaciones
implicadas aprovechando sinergias que traten
de dar respuesta a los (no pocos) problemas
que nos rodean. Me imagino que es la misma
sensación que tiene un o una jugadora
del Athletic cuando se pone la camiseta
rojiblanca y sale a darlo todo por su equipo.
¡Sí puedo aportar algo!
¡Sí merece la pena el esfuerzo y
la dedicación! ¡Claro que es
posible dar solución a los problemas
desde la institución más
cercana a la ciudadanía! Eso sí,
para ello hay que escuchar a la gente de la
calle y trabajar. No parar de trabajar.
Ya ha dejado de nevar en la calle.
Genial! Evidentemente en pro de la igualdad, la solidaridad y la libertad que tomas por bandera entiendo que no aceptarás un suledo superior a la media estatal (23650 euros anuales). No?
Genial! Evidentemente en pro de la igualdad, la solidaridad y la libertad que tomas por bandera entiendo que no aceptarás un suledo superior a la media estatal (23650 euros anuales). No?
BUAHGGGGGGGGG
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