Nos va el futuro en el ahorro

¡Otro economista que nos habla de la necesidad de ahorrar! Pues siento ser aguafiestas pero nos va el futuro en el ahorro y no sólo como individuo, sino como país (para cada uno el suyo).

La tasa de ahorro de China es una de las más elevadas del mundo y debe gran parte de su éxito económico -iniciado a comienzos de la década de los 80- a su elevada tasa de ahorro. Los dirigentes establecieron un sistema para estimular a la gente a sacrificarse para fomentar las empresas locales. En Estados Unidos, sin embargo, el icono de los grandes almacenes y tarjetas de crédito constituye una indicación de la actitud relajada que existe hacia el ahorro.

Una variable clave que determina la necesidad de fomentar el ahorro por parte de los países (europeos) es el crecimiento demográfico mundial y su distribución.

La población mundial crecerá en más de 1 billón de personas mil millones de personas en los siguientes 15 años alcanzando los 8.3 billones 8.300 milloness en 2030. La mitad del crecimiento se producirá en Africa. Asia será la segunda seguida de Norteamérica, Latinoamérica, Caribe y Oceanía. ¡Europa tendrá menor población en 2015! El crecimiento se producirá en las 48 naciones menos desarrolladas

Otra variable: el envejecimiento de la población europea prevé que en Europa por cada persona mayor de 65 años habrá menos de 2 personas en edad de trabajar los que supone una amenaza para el mantenimiento del sistema de salud y de protección social. Alerta para la revisión de las normas fiscales que suenan en el horizonte…

Como individuo, resulta francamente sorprendente que pocas personas se hayan tomado el tiempo y la molestia de destinar un momento (no dinero) que se necesita para planificar cómo se mantendrá durante una buena parte de sus vidas adultas. Nos cuesta saber lo que tenemos que ahorrar, ya que nos cuesta tener una visión de nosotros mismos en el futuro y prever lo que necesitamos o no consumir. Actuamos según la percepción sobre el modo que la gente de nuestra edad y entorno debería pensar.

No se trata de dejar de gastar. Cuidado con identificar alegremente lo que denominamos “gastos superfluos”; somos personas y como tal nos comportamos; un vino o un “pintxo” desde el punto de vista de la conducta social económica es… ¡recomendable!

Axier Garate es asesor financiero