Si recientemente Oh Eu-Sun y Edurne Pasaban libraban una lucha por ver quién era la primera mujer del planeta en subir los 14 ochomiles, ahora la australiana de 16 años, Jessica Watson, acaba de finalizar la vuelta al mundo en vela en solitario y se convierte en la deportista más joven que logra hacerlo.
Al igual que con las primeras, la polémica salpica un poco el importante logro. La aventurera navegó una distancia de 42.000 kilómetros, recorriendo los extremos de Sudamérica y Africa, hasta regresar a la costa sur de Australia por la isla de Tasmania. Pero su hazaña puede no tener un reconocimiento oficial debido, sobre todo, a la ruta seguida (donde no cruzó en ningún momento el Ecuador) y a la propia edad de Jessica.
La joven, eso sí, ha doblado los tres cabos emblemáticos de los mares del sur; el de Hornos (punta meridional de América), el de Buena Esperanza (Africa del Sur como diría un ignorante periodista de Cuatro, Manolo Lama) y el de Leeuwin (oeste de Australia). La dama de rosa (como así la han bautizado), que cumplirá mañana 17 años, partió de su país hace casi siete meses. Su viaje duró un mes menos de lo esperado aunque en el tramo final tuvo que retrasarse varias horas por los problemas que daba a la embarcación una de sus velas.
A bordo del Ela Pink Lady, con apenas 10 metros de eslora, ha navegado completamente sola, sin escalas y sin asistencia de ningún tipo alrededor del mundo. Ha de reconocerse su enorme mérito. Al menos en su país así lo han hecho. Fue agasajada en la Bahía de Sydney a su llegada, el pasado sábado, por una escolta de más de un centenar de embarcaciones y por miles de seguidores que le tendieron una alfombra rosa por la que paseó finalmente para ser recibida por el primer ministro de Australia, Kevin Ruud, como una auténtica heroína.
Jessica Watson ha reabierto con esta aventura un debate sobre el derecho de los menores a llevar a cabo ciertas experiencias que pongan en peligro su integridad con el beneplácito de sus progenitores.
En este sentido, y ciñéndonos a aventuras navieras, no es Jessica la deportista más joven que haya pretendido surcar los mares en solitario. Otra adolescente, la holandesa Laura Decker, con tan sólo 13 años, hizo pública su intención de dar la vuelta al mundo en barco, pero afortunadamente sus deseos sólo consiguieron que las autoridades de su país otorgaran la tutela al Estado para así poder evitar el intento de cumplirlos.
A veces hay que imaginarse a uno de tus hijos o a uno mismo con esas edades y esos propósitos. Mi reacción, de absoluta perplejidad y el máximo de los temores.