La enseñanza permanente de adultos se convierte, para muchos colectivos, en la última oportunidad para poder reengancharse al mercado laboral. Se trata de una enseñanza no obligatoria que desempeña un papel fundamental especialmente para parados, mayores y extranjeros. Una oportunidad que el Gobierno vasco quería cortar de raíz al anunciar el pasado mes de mayo un recorte de casi el 40% de la plantilla actual del centro de educación de personas adultas de Durango, lo que supondría más carga de trabajo y una reducción considerable del alumnado.
Desde el PP consideramos esta decisión como extremadamente grave ya que el Departamento de Educación pretendía anteponer el ahorro en personal y recursos a la cobertura del derecho básico a la educación. Una educación de calidad para todos. Esa debe ser la premisa.
Planteamos desde el primer momento la rectificación inmediata del ejecutivo de Vitoria porque creemos que resoluciones de este tipo ponen en jaque derechos fundamentales que afectan fundamentalmente a aquellos que tienen menos recursos.
En sus casi 30 años de trayectoria, el CEPA de Durango ha recibido a miles de alumnos a los que han facilitado no solo una titulación sino la posibilidad de poder continuar sus estudios tras la jubilación y ha tenido una importante labor de alfabetización para los estudiantes extranjeros.
Una labor que no puede caer en saco roto. Por eso presentamos una moción en la que solicitamos la retirada inminente de la resolución emitida por el Gobierno vasco y mantener todos los puestos de trabajo, que afortunadamente ha sido bien acogida por los grupos de la oposición. Una buena noticia con la que aseguramos el presente y el futuro de buena parte de nuestros vecinos.