En épocas duras, de escasez,
todo el mundo trata de subirse a la
chepa de lo público. Incluso los
proyectos que, pese a estar
fuertemente enraizados en la
sociedad, no dejan de ser privados,
y, además, están teñidos de cierta
megalomanía.
Lamento mucho ser pesado, y
reiterativo, pero después del fiasco
del pasado sábado, el ???Bilbao
Basket??? no deja de ocupar páginas
y minutos en los medios de
comunicación. Y en esta ocasión lo
que trasciende es algo que se
venía rumiando durante varias
semanas: o la Diputación Foral
???rescata???, mediante una inyección
económica importante a la entidad,
o ésta corre el riesgo de
desaparecer, desde luego, de la
élite del baloncesto, y, quién sabe,
si del mapa.
Así que,
como otras tantas veces, toca decir
???digo??? donde digo ???Diego??? y
apoquinar parné de todos (el mío,
el suyo, el vuestro) para salvar
algo parecido al interés público???
pero que no es de todos.
Creo que todos asumimos que
las instituciones públicas apoyen,
incluso financieramente, la práctica
del deporte. Es su obligación. Pero
el punto del debate, cuando los
recursos menguan radicalmente,
como es ahora, radica en elegir
qué tipo de práctica deportiva
deberían tutelar con carácter
preferente las Diputaciones y los
Ayuntamientos: la profesional, esa
que genera (teóricamente) cifras
astronómicas entre contratos
televisivos y publicitarios, o la
amateur, la aficionada y la de
niñ@s y jóvenes.
Y
aunque la Diputación Foral de
Bizkaia ya optó hace meses por
proteger el deporte de base, en
detrimento de los profesionales, se
ha encontrado, ahora, con la
diatriba de enmendarse a sí
misma, o abandonar a su suerte
un proyecto deportivo elitista que
emociona cada semana a miles de
aficionados, y que ha colocado a
Bilbao, y a Bizkaia, como
recordábamos hace algunos días,
en el mapamundi del baloncesto.
Pero, recordémoslo: la
ayuda foral recaerá sobre una
entidad que tiene a sus
accionistas, y servirá para pagar
sueldos de unos pocos bilbaínos,
como mucho, de adopción, pero
probablemente temporal???que
puede que no duden en cambiar
de aires cuando la brisa no les sea
tan propicia.
Y eso, hoy
en día, es más difícil de digerir,
cuando tod@s andamos más
necesitados que de costumbre, y
cuando cientos de empresas que
contratan a miles de trabajadores
de Bizkaia, poco menos que
matarían, para que una institución
les apañase temporalmente sus
problemas financieros.
En cualquier caso, nada mejor,
en estos convulsos momentos, que
gestionar cualquier proyecto con
repercusión económica, con rigor y
sensatez, ponderando su viabilidad
en base a los recursos propios, y
no contando con la batería de
ayudas públicas a las que
estábamos acostumbrados. ¿No les
parece?
Si el nombre del equipo hasta ahora, era USUE BILBAO BASKET ahora pasará a llamarse,JOSE LUIS BILBAO BASKET.
Me da la sensación, mas bien la certeza, que el problema mayor que se le plantea a JL, es que si el equipo de baloncesto desaparece, el pabellón de Miribilla se le queda vacío y cerrado. Y si le unimos a que justo al lado tiene un megafrontón que programa poco y llena menos, igual empezamos todos a darnos cuenta de la megalomanía del personaje, eso si siempre con el dinero de todos. Esta cuadrilla no se merece este cajero. De San Mames ya ni hablamos……
Como de costumbre. Aquí nunca hay dinero salvo las excepciones de siempre. Para qué seguir pataleando.