Decididamente, los poderes fácticos se empeña en centrar su campaña electoral en los restos de Franco y Cataluña. Los pensionistas que han “visitado” Madrid caminando desde Bilbao, escalando Somosierra, para encontrarse en la Villa y Corte con los que venían desde Cádiz, vía Despeñaperros y llanuras de La Mancha, con los miles que se les sumaron al llegar venidos en autobuses desde todos los rincones de la península, quedaron oscurecidos en una nega noche por los informativos que reventaban día y noche con detalles de lo que ocurría en Barcelona y sus manifestaciones independentistas, y en Madrid con sus dimes y diretes sobre el segundo entierro de Franco.
Los convocaron para un programa de la Sexta del sábado por noche, salieron a escena a la una y cuarto de la mañana para quedar olvidados por el director del programa, los invitaron a salir en la Primera cadena, pero a última hora no salieron, los recibieron en su visita al Congreso de los Diputados con una multitud de policías…
Se dejaron decir que no les había acompañado ni secundado ningún grupo político, y tuvo que protestar el único grupo político que estuvo con ellos, Unidas Podemos, por tamaña mentira.
De todos modos, justo es decir que el comportamiento de la policía con las abuelas y abuelos pensionistas resultó de una cortesía, respeto y amabilidad nunca vistos.
Amablemente, cortésmente, suavemente, los guardianes del orden público contuvieron a los que intentaban llegar hasta el Congreso con cierta tolerancia, sonriendo ante los gritos de los que empujaban que decían: “Déjame pasar, coño” .
No, no hemos visto las imágenes de esa singular escena en ninguna televisión, sino en vídeos filmados por los mismos abueletes.
Eso sí, en el camino, en cada parada y cada noche. los pueblos que atravesaron les rindieron todos los homenajes y les proporcionaron todas las ayudas, hospedajes, comidas y camas que necesitaron, tanto los vecinos como los ayuntamientos, y todos los grupos políticos de cualquier signo presentes en los municipios.
¿Será que el problema de las pensiones no cuenta para los programas electorales de los que aspiran a gobernar España en los próximos cuatro años?
Y que esperabas Honorio, así está la sociedad hoy por hoy, una penae, pero es lo que hay
Claro, la privatización de las pensiones de jubilación es el sueño dorado de la gran banca ya que ahí encontrarían un auténtico filón y en la medida que la sociedad no se movilice – única manera de conseguir algo sustancial en este país – se llevarán el gato al agua ya que los gerifaltes de los partidos que cortan el bacalao están a lo que están, no al servicio de la ciudadanía.