Pequeña utopía

Tenía claro que esta semana iba a
escribir sobre la presentación de la
candidatura de EH Bildu y el subidón que
ha supuesto todo el proceso participativo,
culminado el sábado en asamblea. Pero,
de repente, la alcaldesa de Durango decide
convocar por primera vez un pleno a las 12 de
la mañana para evitar la
participación política y
ciudadana. Esto es algo que me ha hecho
ponerme con rabia ante el teclado pero, tras
tomar aire, he decidido que era mejor evadirse
del barrillo político y rendir un
pequeño homenaje a Eduardo Galeano.

Aunque podrían ser muchos los
textos con los que hilar esta columna, la frase
???mucha gente pequeña en lugares
pequeños, haciendo cosas
pequeñas puede cambiar el
mundo???, toma en estos días un
protagonismo especial. Sobre todo, en este gran
mundo globalizado en el que vivimos, donde nos
quieren acostumbrar a que las grandes
decisiones se toman entre grandes personajes.

En pequeños lugares como nuestra
villa, también podemos cambiar el
mundo. Por lo menos, nuestro pequeño
mundo. Pequeñas decisiones como
contratar la energía eléctrica de
los edificios públicos con cooperativas de
origen renovable; exigir a los bancos antes de
dejarles gestionar el dinero público;
compromisos éticos como no
desahuciar…

Ha más. Permitir únicamente
la venta de productos propios y de temporada el
mercado de los sábados o promocionar
a los comercios que sigan un modelo de
consumo basado en la economía
circular. Son pequeños ejemplos de
decenas de medidas que, sin ningún
coste extra, pueden tomarse desde ya y sirven
para cambiar el rumbo consumista impersonal y
sin valores de la economía capitalista
actual.

¿Que solo así no se cambia el
mundo? Intentémoslo y hagamos a la
ciudadanía sujeto de ese posible cambio.
Como también decía Galeano:
???La utopía está en el
horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos
más allá. ¿Entonces para
qué sirve la utopía? Para eso,
sirve para caminar”.

Caminemos pues, no alcanzaremos la
utopía, pero igual conseguimos cambiar
el rumbo de las cosas. Alguien podrá
preguntarse… si es tan fácil…
¿por qué no se están
tomando esas medidas?

Seguramente sea porque no nos gobiernan
pequeñas personas con ganas de cambiar
el mundo.

Durangoko zinegotzia (EH Bildu).