Chocante, un bar con su puesto de venta de pan ha eliminado de sus servicios las bolsas de plástico, y las ha sustituido por bolsas de papel “biodegrables”, alegando que el uso de bolsas de plástico está prohibido en Europa por no sabemos bien qué disposición gubernamental.
Al parecer, este razonamiento es desconocido por el resto de establecimientos comerciales de la comarca, de la CAV y de todo el Estado español. Las bolsas y envases de plástico aparecen por doquier en parques y jardines, corrientes de agua de los ríos, vendavales, y de vez en cuando, muy raras veces, aterrizan en papeleras de las calles y paseos. Algunos establecimientos las regalan, otros las cobran.
La cosa tiene su “por qué”. Dicen que por esos océanos del planeta aparecen aquí y allá islas de plástico, que los peces comen plástico y nos lo transmiten a través del pescado de las pescaderías, e incluso que existe un sexto continente todo de plástico.
Y es que este planeta y esta humanidad, según suponen los más pesimistas, corre el peligro de morir envenenada en este vertedero-basurero, que los arquitectos y urbanistas se preocupan más de diseñar obras de arte deslumbradoras que en dotar las urbanizaciones de urinarios y servicios de limpieza, que los edificios viejos y ruinosos en vez de recuperarlos los tapian para residencia de ratas y reptiles, y se dedican preferentemente a cubrir los suelos con hormigón o asfalto, y los pórticos de las iglesias son cerrados con verjas muy bonitas para que los vagabundos duerman al sereno y hagan sus necesidades a cielo abierto.
Ya no se usa aquello de Santiago de Compostela de abrir las iglesias día y noche, y oxigenarlas y perfumarlas con incienso para aliviar los sudores y gases de los peregrinos y de los sin techo.
Es el progreso, este “marcha atrás” que llena de basuras nuestras vidas.
De las 3 R la de reciclar parece que por lo menos la entendemos, lo que parece que falla es reducir y reutilizar.
El proceso también va marcha atrás en la libertad de expresión, ahora hay músicos encarcelados por sus letras, actores encausados por meterse con el divino, incluso prohíben entra a un campo de fútbol con camisetas amarillas. Me suelo acordar del tristemente fallecido Iva con sus cómics riéndose de la infanta Elena y su hermano, hoy tendría una condena de 10 años.