Pregunta a Durango

Lo que sigue a continuación viene a raíz de la publicación del foro de preguntas a los candidat@s a la alcaldía en los próximos comicios municipales, en este medio.

Comprendo que para la ciudadanía resulta poco digerible que se acuerden de ella en vísperas de unas elecciones únicamente, según opina un buen número de personas.

Por citar algunas cuestiones que se plantean: lo que cobran sus representantes por o para no gestionar nada, las denuncias de los vecinos por temas que están sin resolver, las peticiones de solución a ciertos problemas o carencias que Durango tiene, etc.

Cuando los políticos hablan de las cosas que han realizado o resuelto, el resto de la gente nos dedicamos a resaltar aquellas cosas que nos prometieron y por las que no cumplieron.

Más de una vez me he sugerido, si este sistema o modelo de representación local es el adecuado.

Porque, por ejemplo, si a la clase trabajadora le corresponde organizarse en sindicatos, su equivalente a nivel municipal, ¿no tendrían que ser las asociaciones de vecinos?. ¿No estaría mejor gestionado un pueblo a través de representantes de los diferentes barrios o distritos locales dejando las especifidades en manos de los técnicos que ya tenemos en nómina como funcionarios?

Dedicarse a preocuparte por tu calle, por el aire que respiras, por los parques e instalaciones de que disponemos, por la oferta cultural y deportiva, sería más efectivo formando parte de la corporación, y si la gestión del municipio va mal ya no tenemos que echar la culpa a otros de ello.

¿O es más cómodo dejar que alguien nos represente para luego exigirle? Sabemos lo que alcalde y concejales perciben como sueldo. Lo que quizás desconocemos es en cuánto debemos valorar el hecho de tener que mantener un roce y una relación diaria con los convecinos: caminar por la calle junto a personas que despotrican contra ti. Aguantar impertinencias o quejas a veces destempladas a diario. Recibir llamadas desagradables.

¿En qué baremo de retribuciones podemos incluir todas éstas incomodidades? Hay que tener la espalda muy ancha para soportar la presión si uno realmente tiene vocación de servicio público. ¿La tienen nuestros actuales representantes?

¿Y si cambiásemos el sistema o la estructura de representatividad local trasladando la responsabilidad directamente a las asambleas vecinales reservándoles los sillones del salón de plenos, independientemente de encasillamientos partidistas?

Durango me responderá, espero.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.