Por fin, el Estado se ha propuesto recuperar para el mercado los ocho millones de viviendas envejecidas mediante subvenciones y estímulos que animan a las empresas constructoras a atender este nuevo filón de inversión en la construcción.
Entre otras razones, porque empiezan a escasear los espacios disponibles para construcciones nuevas. Pero también porque la demanda de viviendas económicamente asequibles y situadas dentro de los casos urbanos es acuciante.
Las ayudas contemplan especialmente la mejora de la eficiencia energética de las viviendas, y la accesibilidad de las mismas para personas de movilidad reducida y mayores de 65 años.
Entre enero y setiembre de este año se han puesto en marcha proyectos de recuperación de 19,113 edificios en todo el Estado.
Como complemento a estas medidas del Gobierno central, la Justicia ha penalizado a Ana Botella, alcaldesa de Madrid en fechas no muy lejanas, junto con sus colaboradores en estas tareas, una multa de 25 millones de euros por la venta de viviendas sociales a Fondos Buitre. Esperemos que esta pena suponga un freno para esos Fondos Buitre y su afán especulativo.
La tarea de estas recuperaciones se presenta larga y requerirá fuertes inversiones. Porque hubo un boom de la vivienda entre 1960 y 1970 en que se construyeron viviendas en las afueras de los pueblos como Durango o Amorebieta o Abadiño y muchos más con una calidad más bien escasa en los materiales, con alturas de cuatro pisos pero sin ascensor, etcetera etcetera.
A ver cuándo les llega la hora a barrios como los de San Fausto y San Roque en Durango, Ogenbarrena en Amorebieta, etcetera etcetera. Y a los aitites que viven en cuartos pisos y tienen que ser bajados en brazos a la calle por los vecinos…
En San fausto ya se plantearon ayudas para poner ascensor.. Y que paso? Que gratis no eran y las comunidades de vecinos fueron 0 solidarias. Es lo que hay.