¿Qué tienen en común un dromedario, un buey y un grupo de ocho personas? Que todos pesan alrededor de 600 kilos y son capaces de arrastrar una piedra de 800 kilos. ¿Y qué les hace diferentes? Que los dos primeros no someten a las personas, aunque las personas sí tengan tentaciones de someter a ambos animales.
En Urduliz, se suspendió hace unos días un reto entre un dromedario y un grupo de personas, que tenía como objetivo arrastrar una piedra de 600 kilos lo más lejos posible. Evidentemente, el dromedario no había aceptado el reto; su dueño lo hizo por él, y le puso a entrenar hasta que vio que emitía fuertes sonidos extraños y denotaba síntomas de estrés. Entonces, comenzó una campaña viral para salvar al dromedario de arrastrar la piedra. Al fin y al cabo, ni el dromedario aceptó por su cuenta el reto, ni se iba a divertir con él. Para ambas cosas estábamos nosotros y nosotras, la especie humana, para decidir por los animales y divertirnos con ellos.
A mí, poco a poco, me van interesando más los desafíos más modernos, con algún toque tecnológico incluido. Pero tengo que confesar que el proceso de no disfrutar con los retos que involucran a animales está siendo muy lento. Sería hipócrita por mi parte negar que he disfrutado de las pruebas de burros en Iurreta. Por eso, porque reconozco que acertaríamos si esta sociedad tiende a dejar de lado a los animales para su disfrute, aplaudo las iniciativas originales que se han llevado a cabo en fiestas de Iurreta. Creo recordar que se organizó un duelo entre ???el hombre y la máquina???, que puso frente a frente a una herramienta de trabajo de los caseríos con un grupo de chavales. Ese podría ser el camino. De hecho, aquel evento fue un éxito de público y creó mucha expectación. Retos de ese estilo, creo, podrían sustituir perfectamente a las pruebas con animales.
Espero no dejar nunca de ir al probaleku. Pero espero que algún día en los probalekus de Euskal Herria el único animal que se desafíe sea el ser humano.
Y a todo esto, ¿qué coño hace un dromedario en Urduliz?
Eskerrik asko Julen, benetan
Milesker Anderea! Arrazoi osoa duzu. Idatziaren azken esaldia kenduko nuke arazo gabe. Beste modu batera esan daiteke, hitzak zainduz.
Animalien defentsa egitea ederto ikusten dot. Hizkera zaintzea ere ez legoke txarto, ez dozu uste Julen?