Y Lobato se quedó sin mundial

Yo no soy quién para juzgar ni valorar a Fernando Alonso como piloto de Fórmula 1. Yo bastante tengo con acordarme de cuándo tengo que echarle aceite al coche y no quemar el motor, así que como comprenderán no me encuentro entre esa nueva ola de gente conocedora de los que es el ‘grid’, para que sirve el ‘kers’ y cuándo y cómo hay que utilizar el ‘DRS’…

Pero de lo que sí me siento capaz es de analizar un poco los datos sin dejarme llevar por ningún tipo de interés ni forofismo. En el Mundial de Fórmula 1 que ha acabado este domingo en Interlagos, el alemán Sebastián Vettel se ha proclamado campeón. El alemán se ha impuesto a Fernando Alonso por 3 puntos, algo que en esta competición es una diferencia extraordinariamente corta, cierto. También es verdad que el asturiano ha subido 13 veces al podio de las 20 posibles y que Vettel lo ha conseguido “tan sólo” en 10 ocasiones. El de Ferrari también tiene en su poder 2 títulos Mundiales y no dudo en el mérito de ellos. Además, por lo que dicen y parece, Alonso es un gran piloto -ahí ya no entro porque es una valoración subjetiva pero en principio, tal currículo así parece confirmarlo-.

Todo eso es indiscutible, pero a partir de ahí, señor Antonio Lobato, narrador de Antena 3 y de la Fórmula 1 en los últimos años en las diferentes cadenas estatales, deje de negarle a Vettel que ha sido el mejor, ¡que ya está bien! Vamos a ver: un piloto que gana 5 carreras, que hace 6 ‘poles’ que es capaz de salir en el último puesto de parrilla y subirse al tercer puesto del cajón como lo hizo en Abu Dhabi, que en la última carrera jugándose el título hace un trompo en la primera vuelta porque un rival le golpea, que entra a cambiar ruedas para seco y justo después se pone a llover y tiene que volver a entrar al ‘pit lane’, que los mecánicos se atascan y tardan en cambiarle los neumáticos, y todo jugándose nada menos que el Mundial, y que pese a todo consigue quedar sexto y puntuar lo suficiente para acabar primero de la competición, ¡joder, algo de mérito tendrá! ¿No? Es que parece que Vettel ha tenido una flor en el culo, pero que no se equivoque señor Lobato, que el alemán no lo ha tenido nada fácil. Usted se escuda en que el Red Bull es el mejor coche, al parecer muchísimo mejor que el Ferrari. Yo no lo sé, pero sí veo que el compañero de equipo del germano tan sólo ha logrado 179 puntos por los 281 de Vettel. Y eso que los dos tienen el “mismo” coche, ese super bólido que marca tantas diferencias…

Personalmente parto de la idea de que la Fórmula 1 no decide el mejor piloto del mundo, eso se sabría si todos tuvieran el mismo coche, y como eso no va a suceder porque el circo de la F1 está así montado, pues hagámonos todos a la idea –especialmente el señor Lobato- que en esta competición se nombra al Campeón del Mundo, no al mejor piloto. Así que, mal que le pese, señor Lobato, Fernando Alonso no es campeón, lo es Vettel y lo es porque objetivamente ha sido mejor que el asturiano.

Y lo peor de todo – y me consta que a más gente le pasa como a mí- que casi me alegro de que así haya sido, de que Alonso haya perdido, más de que Vettel haya ganado. No lo digo con la boca grande pero es que no soporto tanto peloteo de un periodista, tan poca objetividad, un criterio tan sesgado… Señor Lobato, que parece que sea usted el que ha perdido el Mundial. Ya sé que su trabajo depende de ello, de vender un producto, pero no nos tome por tontos, se lo ruego.

Lo último que le he oído en la retransmisión es que a ver si el año que viene Alonso tiene el mejor coche, que si no estará complicado ser campeón… ¡Coño!, ¿y que dirá entonces Pedro de la Rosa?

Naia Fernández es periodista