
Los aficionados a la música tienen dos citas importantes este fin de semana en Durangaldea. La primera es el concierto sinfónico que protagonizará esta tarde el Orfeón Durangués con el ‘Réquiem’ de Mozart como reclamo. Mañana será el turno del coro de cámara Doinuzahar y su ‘Tenebrae-Ilunpetan’.
El Réquiem en re menor (K.626) fue la última obra de Mozart (1756-1791). De hecho, el compositor austriaco murió sin haberla terminado.
El Orfeón Durangués acostumbra en los últimos años a preparar un recital sinfónico con motivo de la Semana Santa. El año pasado fue la ‘Misa de la Coronación’, también de Mozart, y en esta ocasión se atreverá con el ‘Réquiem’ “tras un año de trabajo”, según desvelan sus integrantes.
El concierto, sin embargo, arrancará con Vivaldi. Los músicos que acompañarán al Orfeón interpretarán una pieza de este compositor concebida para cuatro violines solistas y orquesta de cuerda.
Después, bajo la dirección de Fernando Urain, 50 voces y 28 instrumentistas abordarán el que Mozart consideró su propio “canto fúnebre”. Actuarán como solistas la soprano Mireia Aranzabal, la contralto Amaia Basauri, el tenor Fernando Alsasua y el bajo Juan Carlos Aranzabal.
La actuación comenzará a las 20.00 horas en la Basílica de Andra Mari.
Doinuzahar
La iglesia San Miguel de Iurreta será escenario mañana, a las 19.00 horas, del segundo acontecimiento musical. La representación ‘Tenebrae-Ilunpetan’ llegará a este municipio de la mano del coro de cámara Doinuzahar y la dirección de Laura Nardi.
Este montaje parte de una creación musical del músico durangués Jesús Egiguren. ‘Tenebrae-Ilunpetan’ ofrece las miradas de Egiguren y Tomas Luis de Victoria. Dos compositores distanciados en el tiempo (siglos XVI y XXI) y en la forma de expresar la música sobre un mismo acontecimiento: la Pasión y muerte de Jesús