
Desde que la residencia IMQ Igurco Orue abrió en 2002, hasta hoy, centenares de personas mayores de Zornotza, el Duranguesado y el valle de Arratia han confiado a sus profesionales su cuidado. La residencia fue la primera de Euskadi que obtuvo, en 2018, la certificación de un sistema de gestión de riesgos para la seguridad del paciente.
El cuidado se lleva a cabo por un equipo multidisciplinar especializado, con medicina geriátrica, y enfermería 24 horas. Tras una primera valoración geriátrica, se diseña para cada residente un Plan de Atención y Vida (atención centrada en la persona), con acciones concretas, orientadas a mantener las capacidades funcionales y cognitivas. Ahora, con la ayuda de las nuevas tecnologías, también elabora planes de cuidados en el hogar.
En IMQ Igurco Orue son expertos en el abordaje de los distintos síndromes geriátricos, como el deterioro cognitivo, la inmovilidad, las caídas, la incontinencia y la fragilidad —el estadio previo a la dependencia—. También se evalúan de manera constante la nutrición y los diferentes tratamientos farmacológicos.
Además de la unidad residencial, el centro dispone de una unidad de recuperación funcional para pacientes que han tenido una merma puntual en su autonomía (fracturas, ictus, hospitalizaciones prolongadas, etc.).
Desde la residencia se hace hincapié en que las personas residentes continúen participando en la vida comunitaria de la comarca, acudiendo a distintas actividades culturales, sociales, religiosas y lúdicas.
A finales del año pasado se ha empezado a ejecutar un plan de reformas, que va a continuar en 2025, y cuyo objetivo es mejorar el cuidado y confort mediante la modernización de las instalaciones, ampliación del número de habitaciones individuales, etc.