
El Ayuntamiento de Otxandio ha vuelto a solicitar al Gobierno Vasco y a otras instituciones la construcción en el municipio de una nueva depuradora de aguas residuales que sustituya a la obsoleta instalación actual.
La petición ha recibido un nuevo impulso tras la sanción de 16.000 euros que Ura, la Agencia Vasca del Agua, ha impuesto al Ayuntamiento tras un vertido al río que se prolongó durante un par de meses el pasado verano. Ese cauce fluvial desagua, además, en el embalse de Urrunaga que suministra agua para el consumo humano.
El incidente estuvo motivado, probablemente, “por un fallo en el funcionamiento de la instalación, aunque desconocemos la verdadera razón”, según el alcalde de Otxandio, Urtzi Armendariz. Además, se produjo un desprendimiento de tierra en las proximidades que afectó a las tuberías de la depuradora.
Ubicación inapropiada
Además de la antigüedad de la instalación, que supera los 40 años, el edificio está situado junto al cauce del río, lo que genera importantes problemas en la infraestructura. “Cada vez que sube el nivel del rio, se inunda la depuradora”, con lo que deja de cumplir con la finalidad para la que fue construida, apunta Armendariz.
Además, el primer edil apunta que el cauce fluvial “se está comiendo el terreno sobre el que está edificada la instalación, por lo que llegará un momento en el que la construcción se caerá al río”.
Aunque los responsables municipales han recurrido la sanción impuesta por Ura, “porque sus mediciones no coinciden con las que hemos hecho nosotros, en base al procedimiento de toma de muestras”, Armendariz ha reiterado la necesidad de una nueva depuradora. “El Ayuntamiento lleva realizando esa petición desde el año 2004 o 2005, para que analice el problema y le busque una solución, pero por el momento nadie se compromete a dar una solución”.