Paco Obregón y Rosa Martínez Alcocer se reencuentran con la Frida Kahlo más descarnada

Geroa, una de las compañías teatrales vascas más reconocidas en los años 80 y los 90, unió a Paco Obregón y Rosa Martínez Alcocer hace más de tres décadas a través de exitosos espectáculos como ‘Doña Elvira, imagínate Euskadi’ o ‘Muerte accidental de un anarquista’. Él llegó a ser su profesor de interpretación cuando la berriztarra apenas contaba con 15 años, así que no buscó a ningún otro director cuando llegó el momento.

“Es un personaje que me tenía atrapada desde hacía más de diez años. Es tan potente y creo tanto en él que tuve una corazonada y decidí arriesgarme”. Fue entonces cuando se puso en contacto con Obregón, “con el que no había vuelto a trabajar desde Geroa y con quien me apetecía compartir esta aventura”, y le presentó el texto del mexicano Humberto Robles que tanto le había emocionado.

“Me enamoré”, reconoce Martínez-Alcocer al hablar de este monólogo “sin adornos” que, como si de un caleidoscopio se tratara, muestra las aristas más íntimas y descarnadas del personaje. Así comenzó a tomar forma ‘Frida Kahlo, viva la vida’ y así se gestó el reencuentro de dos viejos amigos ante un escenario.

A Obregón también le costará olvidar un espectáculo que define como “uno de los más mágicos” con los que se ha encontrado en sus más 40 años de carrera. La clave fue rodearse de amigos como la propia Martínez-Alcacer, el músico zornotzarra Fran Lasuen, el iluminador Javi Ulla o el escenógrafo Javi Obregón.

“Ternura muy especial”

“Con un equipazo así no se necesita mucho más”, admite el actor y director durangués. “Ha sido muy sencillo y fluido, como si todo encajara a la perfección. Además, había una ternura muy especial y percibir algo así es extraordinario”.

Tanto Obregón, como el resto de integrantes de Iris Teatro, también quisieron agradecer a San Agustín kultur gunea “el poder trabajar con absoluta libertad y sin peajes” gracias a su apoyo.

La cita con la Frida Kahlo más humana será esta tarde, a las 20.00 horas, como estreno de la nueva temporada del espacio teatral durangués. La expectación es grande porque, como el propio Fran Lasuen subraya, “es una obra que remueve al espectador”.