“Quien lucha y se forma, encuentra su ocupación”

El alumnado de Jesuitak contará hoy con un invitado de excepción en la V Feria de Orientación organizada por el colegio. El durangués Eduardo Junkera, elegido Mejor Empresario Vasco de 2014, aconsejará a los estudiantes sobre las elecciones que deben tomar en su futuro formativo.

Junkera (Durango, 1955) preside el grupo Egile, que emplea a 260 trabajadores y factura 36 millones de euros anuales, con una especial dedicación al sector aeronáutico. La Fundación Empresa Vasca y Sociedad reconoció su trayectoria de más de 40 años en una gala celebrada el pasado octubre. En ella se destacó su “pasión por la mecánica y la ingeniería hasta alcanzar los mayores niveles de precisión”. Este mediodía transmitirá sus experiencias a una nueva generación de emprendedores.

-¿En qué va a consistir tu encuentro con el alumnado de Jesuitak?
-Me han invitado a dar una charla a los alumnos de 2º de bachiller para proporcionarles una visión de la Empresa. En lo posible, intentaré orientarles en su elección del tipo de estudios que tienen que realizar durante este curso, cuando finalizan su formación pre-universitaria.

-¿Tienes contacto habitual con estudiantes?
-En ocasiones me han invitado a dar alguna charla a universitarios. Es la primera vez que lo hago con este tipo de jóvenes y espero que les ayude en un momento tan decisivo como el de elegir la carrera que les llevará, algún día, a ganarse la vida.

-¿Cómo ves su preparación?
-Les veo, en general despistados de cara a su futuro, aunque con una base formativa mucho mejor que la que podíamos tener los de mi generación, sobre todo en las nuevas tecnologías e idiomas. En cambio en las materias base -matemáticas, física, etc.- creo que flojean, que no tienen suficiente tiempo lectivo en estas materias.

Volver “sólo de visita”

-Los jóvenes están continuamente acechados por mensajes pesimistas sobre la crisis y un futuro incierto. ¿Cuál es la mejor manera de mantener su motivación?
-Es cierto que vivimos tiempos desalentadores pero ¡ojo!, el que lucha, sigue formándose y busca, termina encontrando su ocupación. Quizá no sea la que le hubiese gustado pero en tiempo de penuria hay que agarrarse a lo que salga. Por otra parte hay que decirles que si hay que irse a otro país a trabajar, se va. Ello no es un drama en un mundo globalizado como el que tenemos.

Yo conozco personas que tuvieron que hacerlo y ahora no quieren volver, salvo de visita. Con formación e idiomas, cosa que tienen la mayor parte de nuestros jóvenes, el mundo tiene muchas oportunidades. Y a medio plazo, van a tener la oportunidad de regresar.

-¿Desde las empresas, cómo se vive la fuga de talentos a otros países?
-Evidentemente la descapitalización de talento es un grave problema al que muchas empresas, debido a la crisis, se ven abocadas. Ello es una oportunidad para otras, muchas veces competidoras, para hacerse con los servicios de personas muy valiosas. Lo preocupante es que la actividad global no es suficiente y, finalmente, mucho talento tiene que emigrar… ¡Es una pena!

-¿Y qué se puede hacer para retenerlos?
-No existen fórmulas mágicas. La solución se centra en la generación de actividad empresarial. Si las empresas recuperan actividad, podrán ofrecer oportunidades a ese tipo de personas. La única vía que yo veo es esa: generar actividades de valor, basadas en el conocimiento, en forma de productos o servicios innovadores y que puedan venderse internacionalmente.

Creo que el emprendedor tiene que serlo por propia motivación, no sólo porque te has “quedado en el paro”. De esa situación pueden surgir proyectos de autoempleo, pero no grandes proyectos empresariales

-El mundo cambia cada vez más rápido y es complicado prever qué estudios o habilidades serán necesarias en el futuro. ¿Hay cualidades que siempre serán imprescindibles?
-Por supuesto. El sentido común, el aceptar el “cambio” como parte de nuestra vida, el saber rodearte de personas que saben más que tú, el empatizar… son algunas de las cualidades que yo considero inmutables en el tiempo, ¡al menos para mí!

-Habitualmente, se habla de las carreras o empleos que tienen más salidas laborales, pero desde hace tiempo se alerta de que habrá carencia de trabajadores en algunos de esos sectores. ¿A qué lo atribuyes?
-Si observamos la pirámide demográfica, vemos que la mayor parte de nuestra población es mayor de 45 años, que el número de personas que va a jubilarse en los próximos años va a ser mucho mayor que el de personas que se incorporen a la actividad laboral y, además, se estima que la población va a descender por causas de baja natalidad.

Esto se agrava por el hecho de que países como Alemania, donde tienen el mismo problema están viniendo a nuestras escuelas de Formación Profesional a ofrecer a nuestros jóvenes la posibilidad de estudiar y trabajar allí. Por todo ello, dentro de no mucho, en algunos tipos de actividades se notará un déficit de profesionales.

“Has de poner todo tu ser en el proyecto”

-Euskadi, Bizkaia, Durango… ¿son buenos lugares para emprender?
-Pienso que sí, que Euskadi en su conjunto es un buen hábitat.

-¿Se adquiere esa capacidad de emprendizaje o viene ‘de fábrica’?
-En la mayor parte de los emprendedores que yo conozco la motivación personal ha venido dada por la visión de necesidades no satisfechas. Yo creo que el emprendedor tiene que serlo por propia motivación, que no puede ser sencillamente porque te has “quedado en el paro”. De esa situación pueden surgir proyectos de autoempleo, pero no grandes proyectos empresariales.

-¿Cuáles son los primeros pasos que hay que tomar?
-Cada caso es diferente pero, básicamente, se ha de dominar la materia sobre la que se base la idea de empresa que se pretende emprender; es decir, conocimiento. Luego hay que visualizar el grado de novedad que supone tu idea, evaluar el tamaño del mercado y la proximidad a él: barreras de posicionamiento, tecnológicas, etc.

Si de todo esto se llega a la conclusión de que es viable pasaremos a realizar un plan de negocio y realizaremos una evaluación de riesgos. Si todo pinta bien y tenemos respuesta para cubrir todas las necesidades, ¡adelante! Una vez que te has lanzado ya sólo queda poner todo el corazón y el resto de tu ser en el proyecto.

-¿Cuál es la principal lección que has aprendido en estos años de trabajo?
-El trabajo nos “quita” una gran parte de nuestra vida. Tenemos que conseguir trabajar en lo que nos gusta, enriquece y hace crecer. La vida se vive una sola vez y tengo que aprovecharla como protagonista de mi propia vida. No puedo vivir pensando que “me hubiese gustado ser….”; he de conseguir ser quien yo soñé que iba a ser. Ello, humildemente, es posible.