La Sociedad de Ciencias Aranzadi y Euskal Prospekzio Taldea recuperaron el pasado sábado restos óseos de un combatiente en las cercanías de la cima del monte Saibigain, en Abadiño. Estas labores de exhumación y las previas de prospección de la zona las realizan en el marco del Programa de Búsqueda de Personas Desaparecidas durante la Guerra Civil que desarrolla Gogora.
El enterramiento descubierto comprende los restos óseos completos de una persona, así como restos de la indumentaria, como fragmentos del chaquetón y del cinturón con la hebilla del Ejército Vasco; una pistola de la marca ‘Astra’, munición, y algunos objetos personales, como un mechero, dos monedas y dos ampollas de medicamento.
El hallazgo se sitúa en una de las laderas de la cima del monte Saibi (954 metros), próxima a la línea de una trinchera cavada en zig-zag, en una zona baja, que podría ser una especie de refugio.
Esta exhumación es la tercera realizada durante este año en esta zona del Parque Natural de Urkiola. Las anteriores son del 4 de febrero y del 11 de mayo, si bien, en aquellas ocasiones, “los restos recuperados fueron fragmentos óseos, y no restos completos como es el caso”. El estado de conservación determinará si es posible recuperar ADN para poder contrastarlo con las muestras genéticas de familiares y poder identificarlo.
Duras batallas
Euskal Prospekzio Taldea trabaja en la zona desde septiembre de 2023. Al tratarse de un espacio protegido como parque natural, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, solicitó un permiso para poder acometer los trabajos de prospección a la Diputación de Bizkaia que se ha extendido durante todo este año “con muy buen resultado”.
En Saibigain tuvieron lugar duras batallas durante la Guerra Civil, entre el 6 y el 15 de abril de 1937, con muchos fallecidos según la documentación y los testimonios que se conservan. No en vano la cima tiene el sobrenombre de ‘monte de la sangre’ en referencia a cómo quedó el lugar, plagado de cadáveres, tras los diferentes combates para hacerse con el control de la cima, un lugar estratégico desde el punto de vista militar.
De ahí el interés y la necesidad de llevar a cabo en esta zona una prospección sistemática y exhaustiva, siguiendo una metodología científica, que ha permitido recuperar los restos pertenecientes a tres personas, aún sin identificar. Tras el análisis de los restos óseos se procederá a la toma de muestras de ADN para su estudio genético.
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