Esther Cossío ha regresado a Durango, la población en la que pasó parte de su niñez y en la que forjó esas amistades que duran toda la vida. Y no ha vuelto sola. Con ella se ha traído a Pomelo, una simpática alpaca que le proporciona la lana de mejor calidad con la que realizar todo tipo de creaciones en punto y ganchillo.
Una actividad en la que podremos embarcarnos gracias a las clases que ofrece en su nueva tienda y que Cossío entiende casi como una terapia. “Hacer punto y ganchillo es relajante, ayuda a combatir el estrés, a superar depresiones, a concentrarse. Por eso es recomendable para cualquier edad, para hombres y mujeres”, afirma. “Y también sirve para socializar y pasar un buen rato de charla mientras trabajas con las agujas”.
A pesar de que enfocó su vida profesional en la fotografía, siempre mantuvo esa afición por tejer. El salto a dedicarse a ello surgió, precisamente, durante una clase. “Solía comentarle a mi profesora que me daba envidia su trabajo, el poder enseñar a la gente a hacer punto y ganchillo. Y ella me retó: ¿A qué no hay narices?”, recuerda. Cossío recogió el guante y abrió su primera tienda en Cantabria y, hace apenas unas semanas, decidió trasladarse a Durango animada por las amigas de su infancia.
Romper prejuicios
Pomelo Denda es su proyecto en la villa. El establecimiento está ubicado en la calle Juan María Altuna, número 18 bajo (junto a la cafetería Txukun) y en él se puede encontrar una amplísima variedad de fibra de alpaca de la marca noruega Drops. “La ventaja de este material es que no pica, no da alergia, aísla tanto del frío como del calor e incluso tiene resistencia al fuego. Además, son animales muy simpáticos”, describe. También dispone de todo tipo de accesorios para tejer.
Pero su principal actividad es la oferta de cursos de punto y ganchillo que ya están disponibles de lunes a jueves, tanto en sesiones semanales como en clases sueltas, con grupos de 5 personas como máximo. “Se puede acudir en horario de mañana o tarde, y también hay una sesión especial de 15.00 a 16.30 horas diseñada para las ‘amatxus’ y adaptada al horario escolar”, añade.
Unas facilidades que también pueden ser aprovechadas por algún hombre, desea Cossío. “Me gustaría que alguno se animase y fuese pionero en romper prejuicios. Después de todo, tejer aporta beneficios sin distinción de sexo o edad”.
Para más información se puede visitar las cuentas de Instagram y Facebook ‘Un jersey para Pomelo’ o llamar al teléfono 660 688 099.