Un ex-trabajador de Fundifes y líder del sindicato USO inicia una huelga de hambre

El secretario general del sindicato USO Euskadi, Juan María Vicente, inició ayer una huelga de hambre para reclamar al Ayuntamiento de Durango la puesta en marcha del plan social de la empresa Fundifes en la que él trabajaba hasta que se cerró. El trabajador insta a la alcaldesa, Aitziber Irigoras, a que convoque un pleno que dé el visto bueno a la propuesta consensuada hace dos años entre la dirección de la fundición y sus empleados para salvaguardar la actividad de la firma. El acuerdo consistía en la venta de los terrenos que ocupa la vieja factoría en Tabira, aunque para ello necesitan que la administración local los recalifique.

Ahí llegan las discrepancias. Vicente, que se ha encerrado en las antiguas instalaciones de Fundifes, asegura que el Ayuntamiento “bloquea” desde hace dos años un plan de viabilidad que daría empleo a un centenar de personas, mientras que la comisión municipal de Urbanismo considera que la propuesta urbanística que los empleados defienden es “una barbaridad”. “Es como si en Tabira, una zona donde hay edificios de cuatro plantas como máximo, aceptamos una densidad edificatoria como la de cualquier avenida principal de Durango”, ha resumido la alcaldesa.

La plantilla de Fundifés promoverá distintas actividades de protesta en los próximos días. Aunque la intención de Irigoras es poder alcanzar con ellos “un acuerdo de mínimos”, los trabajadores han empezado ya a impacientarse. A algunos se les han agotado ya las prestaciones por desempleo y a otros se les vencerán en breve.