Si nos ceñimos a la acepción del diccionario que habla de “tregua, descanso, refugio en las penalidades o contratiempos de la vida”, Durangaldea lleva dieciséis años siendo un oasis para cientos de niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados de Tinduf. A través del programa Vacaciones en Paz y los campamentos que organizan Río de Oro y Hamadako Izarrak, estos pequeños embajadores saharauis disfrutan del verano lejos de las extremas temperaturas del desierto de Argelia, que pueden alcanzar en julio y agosto los 50 grados a la sombra.
Este año han viajado un total de 34 niños y niñas que pasarán las vacaciones estivales en Izurtza, Atxondo y otros municipios de la comarca. Todos ellos aprovecharán su estancia para someterse a revisiones médicas que, en ocasiones, ayudan a tratar dolencias importantes como la de Mohamed Yahya, al que le diagnosticaron en Euskadi una cardiopatía congénita conocida como tetralogía de Fallot.
Yahya se sometió a varias operaciones de corazón en 2014 y su estado llegó a ser crítico, pero esta mañana se le veía feliz y divertido como a cualquier crío de su edad. “Es de los que repite desde entonces para poder hacerle un seguimiento médico. Este año también tendrá una pequeña intervención, pero sin importancia. Está genial”, ha destacado Mikel del Arco, el portavoz de Río de Oro.
Esta asociación gestiona la colonia de Izurtza en la que viven once niños y niñas con diversidad funcional y también el programa de acogimiento, en el que participan dos familias de Durango y otras seis de Durangaldea. El campamento de Hamadako Izarrak se ubica en Apatamonasterio y acoge a quince saharauis de once años.
Recepción en el Ayuntamiento
Todos estos txikis y dos jóvenes rusas, que han llegado a la localidad a través de Bikarte, han sido recibidos esta mañana por la Corporación duranguesa. En su nombre, la alcaldesa y la presidenta de la comisión de Acción Social les han dado la bienvenida.
También han agradecido el compromiso de las familias y los 136 voluntarios que están colaborando con estos programas. “Sin vosotros, que dedicáis una parte de vuestras vacaciones a estar con los niños, no sería posible”, han enfatizado Aitziber Irigoras y Pilar Ríos.