Una impresionante cadena humana une las dos residencias públicas

La huelga feminista se está dejando sentir con fuerza en Durango. Una impresionante cadena humana de mujeres ha unido las dos residencias públicas de Durango después del animado desayuno que se ha ofrecido a primera hora de la mañana en el pórtico de Andra Mari.

Mujeres autóctonas, marroquíes y africanas han compartido dulces, café y té junto a una mesa en la que se ofrecía información sobre la huelga y las movilizaciones previstas por la Plataforma Feminista.

En la cadena humana, la asistencia ha superado cualquier expectativa. Cientos de mujeres de todas las edades han unido sus manos por las calles de la localidad en una movilización masiva. Tanto es así que la pancarta se encontraba ya en Ezkurdi, después de pasar por Andra Mari, Kurutziaga, Astarloa, Kanpatorrosteta, Uribarri kalea, Montevideo y Fran Juan de Zumarraga, y había decenas de participantes que aún no habían salido de la residencia Barandiaran.

Las organizadoras han querido dejar claro que, con esta movilización, “queremos visibilizar que somos las mujeres quienes asumimos prácticamente en su totalidad las tareas de cuidado tanto en el terreno profesional como en el no remunerado.  Tareas, además, que se menosprecian y ocultan”.

Responsabilidades

Las profesionales de la salud y las cuidadoras de menores, mayores y personas con discapacidad funcional han hecho hincapié también en que “el sistema se sostiene gracias a los trabajos de cuidados que las mujeres desempeñamos de forma gratuita y/o en condiciones precarias”. De ahí su reivindicación de que, tanto a nivel individual, como institucional, deben “asumirse las responsabilidades de las gestiones de los cuidados”.

Por eso nos hemos reunido aquí profesionales de la salud y cuidadoras de menores, mayores y personas con discapacidad funcional para reivindicar que, tanto a nivel individual, como institucional, se asuman las responsabilidades de las gestiones de los cuidados.