
El Ayuntamiento de Elorrio denunció ayer los ataques sufridos por la Casa Consistorial el pasado sábado por la noche cuando una veintena de personas arrojó cascos de botellas contra su fachada.
Según un comunicado difundido por el PNV, los hechos se produjeron en el marco de las fiestas de la calle Erreka. Al parecer, una veintena de personas que se encontraban concentradas en los aledaños de la Herriko Plaza, algunas de ellas con la cara tapada, lanzó cascos de botellines contra la fachada del edificio municipal.
A través de la nota de prensa, los jeltzales el ataque, ya que este tipo de actuaciones “no son el escenario de convivencia y gobierno que la sociedad demanda”, y añaden que no se registraron desperfectos en el lugar “gracias a la presencia de la Policía Municipal”.
“Auténtica vergüenza”
También durante el fin de semana, desconocidos realizaron pintadas amenazantes contra la Ertzaintza en la fachada del Ayuntamiento de Abadiño.
En un comunicado, el alcalde, el independiente José Luis Navarro, ha calificado como una “auténtica vergüenza” que en las últimas semanas las calles y edificios de este municipio estén siendo objeto de numerosas “pintadas similares” y ha censurado que, además, eliminen señales en castellano.
La administración abadiñarra ha presentado una denuncia ante la Ertzaintza para que sus autores sean “identificados y sus acciones no queden impunes”. A su juicio, la ciudadanía está “harta” de que “una minoría de fanáticos” ensucie edificios públicos y privados con “proclamas totalitarias”. De igual forma, señala que la retirada de estas pintadas cuesta al año más de 22.000 euros, dinero que en situación de crisis podría ser destinado a proyectos sociales.