Vecinos de Abadiño recogen firmas contra el “disparate” que supondría el derribo del arbolado del Ferial

El proyecto de urbanización de Zelaieta ha soliviantado a un buen número de vecinos y vecinas. No entienden que el Ayuntamiento de Abadiño haya tomado la decisión de derribar un arbolado “sano” que forma parte de la fisonomía paisajística del barrio desde hace un siglo como mínimo. “¿Qué sentido tiene derribar los frondosos plataneros centenarios y reemplazarlos por arbustos pretenciosos que nunca alcanzarán la categoría de árbol?”, se preguntan.

Quienes califican de “disparate” el proyecto urbanístico, que ya está licitándose, han decidido plantar cara y empezar a movilizarse para tratar de paralizar su ejecución. “Es derecho de cada ciudadano la información y consulta en la toma de decisiones que afecten a su propio entorno y no como se viene haciendo: que cada cuatro años, con motivo de las elecciones municipales, somos convocados para empoderar a quienes nos ignoran durante toda la legislatura”.

El Ferial, conocido antiguamente como Torre Arizti o Robledal de Torre, es un espacio donde niños y adultos acuden los días de bochorno en busca de sombra y frescor. Además, advierten los vecinos, estos árboles grandes y frondosos “absorben el dióxido de carbono, dada su capacidad de resiliencia, lo que nos protege en cierta medida de la contaminación atmosférica que nos rodea”.

Con el propósito de informar a la ciudadanía de los planes del Ayuntamiento, van a ir casa por casa del barrio para recabar más opiniones y recoger firmas en contra de un proyecto “que va a destrozar parte de nuestro patrimonio natural. El entorno va a ser prostituido de tal guisa que se convertiría en una mancha cementada semidesértica en la mitad del pueblo”, insisten.