Con el ya habitual “salam aleikum” (“la paz sea contigo”), el Ayuntamiento de Durango ha dado la bienvenida esta mañana a la treintena de niños saharauis y bielorrusos que pasarán el verano con familias de la comarca y en albergues de Izurtza y Axpe.
“Queremos que disfrutéis a tope y también queremos agradecer a quienes os van a hacer de ‘aitatxus’ y ‘amatxus’ durante estos días”, ha enfatizado la alcaldesa, Aitziber Irigoras.
Los niños saharauis llegaron a Durangaldea los días 1 y 2 de julio. De los 29 que han tomado parte en la recepción, quince vivirán hasta finales de agosto en Axpe en el udaleku de Hamadako Izarrak. “Menos uno, todos repiten del año pasado”, explica Lutxi Urbiola, una de las promotoras de esta asociación.
Resulta vital que estos pequeños de 11 y 12 años pasen los meses de verano lejos del desierto de Tinduf (al sur de Argelia), donde se suelen registrar temperaturas extremas de 50 grados a la sombra. Además, al llegar a Euskadi, pasan revisiones médicas que les permiten tratar diferentes enfermedades.
Tres operaciones de corazón
Es el caso de Mohamed Yahya, que ha regresado al albergue que la asociación Río de Oro Durango tiene en Izurtza desde 2013 para niños saharauis con discapacidades. A Yahya se le diagnosticó hace dos veranos una dolencia cardíaca y tuvo que hacer frente a tres operaciones de las que se ha recuperado completamente, pero que le llevaron a estar ingresado en un hospital vasco en situación muy crítica.
“Está genial”, destaca sobre este pequeño superviviente Mikel del Arco, coordinador del campamento Río de Oro Durango junto a Aitor Lejarazu. Yahya ha viajado acompañado de ocho chavales de entre 6 y 12 años. “Seis de ellos repiten, tres son nuevos y ha habido dos bajas de última hora”.
Con familias
Los niños están acompañados en todo momento de diez monitores, dos saharauis adultos y un coordinador. Que sea así, remarca Del Arco, es posible gracias a las 83 personas voluntarias que se han comprometido con Río de Oro para este verano.
Pero no son los únicos saharauis que han llegado estos días a Durangaldea. Junto a los seis que se alojan en Elorrio, hay otros cinco que vivirán con familias que se han sumado al programa Vacaciones en Paz de la asociación vecinal Herria.
Por último, a la recepción de hoy han acudido también dos bielorrusos a través de Bikarte, una asociación que gestiona estancias con familias vascas para chavales procedentes de orfanatos de ese país y Rusia.