Heredó la afición de su padre, pintor de brocha gorda, pero también de brocha fina. Hoy en día, Victoriano Pérez es uno de los socios más veteranos de la Asociación de Artistas del Duranguesado. El durangarra expone en la sala de Ezkurdi hasta el próximo domingo.
“Pintar me ha gustado desde pequeño. Mi padre dibujaba muy bien y esa afición me viene de él. Aún trabajando en Osakidetza, iba por las tardes a pintar o empapelar casas y ya, cuando me jubilé, me dediqué mucho más a mis propios cuadros”.
En la exposición que tiene en Ezkurdi, Victoriano hace un repaso a toda su trayectoria artística con una selección de 40 obras entre las que destacan los paisajes y también algunos rincones antiguos de Durango como los lavaderos de San Roke o el que iba desde el puente de ‘La exquisita’ hasta Tabira. En esta ocasión también ha incorporado a la muestra algunas manualidades “para que haya más variedad”.
“Son piezas de madera y cristal sobre las que he pintado el escudo del Athletic o relojes, aunque, realmente, de los escudos sólo me queda uno porque los nietos se los llevaron en cuanto los vieron”, explica entre risas.
Problemas de espacio
Aunque mantiene la afición por la pintura, produce últimamente menos por falta de espacio en casa. “Antes tenía un camarote muy grande y no había problemas, pero ya prácticamente no tengo sitio donde meter los cuadros”.
La siguiente parada de Victoriano será en el pueblo de Salamanca donde nació. Allí, coincidiendo con sus fiestas patronales, le han invitado a que sea el protagonista de una exposición en agosto, algo que le hace especial ilusión.
Mientras, quien quiera disfrutar con su obra puede hacerlo en la sala de Ezkurdi de lunes a viernes, de 18:00 a 20:00 horas, y el fin de semana de 12:00 a 14:00 y 18:00 a 20:00 horas.