
Que el fútbol rompe fronteras, no por tópico deja de ser realidad. Y para lograrlo no hacen falta grandes presupuestos, sino solidaridad e ilusión por el deporte. Gracias a estos valores y a la labor del misionero zaldibartarra Javier Peña, niños del lejano Mali lucen con orgullo camisetas del Zaldua.
A pesar de llevar tres años asentado en Euskadi, Peña, sacerdote salesiano, conoce bien las tierras africanas. No en vano, ha pasado casi tres décadas en ese continente, ejerciendo su labor en países como Benín, Togo o Costa de Marfil, entre otros.
“Estaba en el colegio Los Boscos en Logroño y el provincial me planteó la posibilidad de ir a África a suplir a un compañero. Acepté, di un curso de francés acelerado y acabé pasando 27 años en 7 países”, recuerda. En la actualidad, está a cargo de un piso de acogida para jóvenes inmigrantes en Deusto, donde se permanecen mientras regularizan su situación, cursan estudios o encuentran trabajo y vivienda; pero no ha cortado lazos con sus antiguos pupilos.
“Sigo en contacto con ellos a través del correo electrónico, Whatsapp o Skype, y también con otros misioneros que regresan a casa”, explica. Fue de esta manera como surgió la posibilidad de enviar las camisetas del Zaldua a Mali. “Un compañero de Barakaldo que volvía de Sikasso —la segunda población más importante de Mali después de la capital— me planteó la posibilidad de equipar a chicos de allí y, una vez conseguido el material, lo pudimos enviar a través de un voluntario que se dirigía a la zona”.
Más que deporte
Peña destaca que, en los países del África Occidental por los que ha pasado, el fútbol va más allá del deporte. “Algún jugador ha destacado, e incluso en Benín hubo uno que llegó a jugar en Italia. Pero para ellos, principalmente, es una actividad fenomenal que les ayuda a olvidar sus problemas y a trabajar en equipo”.
No es esta la primera vez que los colores del Zaldua se lucen en esos países. El propio Peña llevó varias camisetas cuando ejercía su labor humanitaria en Guinea-Conakry, “pero en mis maletas no podía incluir demasiadas”, lamenta. En esta ocasión, el verdiblanco del club de Zaldibar vestirá a todo un equipo. “El poder jugar todos con la misma equipación es un detalle que agradecen muchísimo”, añade.